Lanzarote fue el escenario perfecto para poner punto final a la edición 2025 del International Ocean Film Tour, la gira cinematográfica internacional dedicada al mar y a todo lo que lo rodea. Y vaya si lo fue… Entradas agotadas, más de 1.300 asistentes en sus últimas actividades y una acogida calurosa por parte de un público cada vez más comprometido con la conservación marina.
Las dos últimas proyecciones se celebraron en el mágico Auditorio de Jameos del Agua, un enclave único en el mundo. Allí, durante el viernes y sábado, 1.000 personas llenaron el espacio hasta la última butaca. No era para menos: la selección de documentales no solo era visualmente impresionante, sino también profundamente inspiradora.
Un cierre de gira emocionante entre cine, conciencia ecológica y participación ciudadana
Cine que toca fibras… y conciencia
El tour, que ha pasado por 20 ciudades españolas en los últimos meses, trajo a la isla historias que remueven por dentro: relatos de superación personal, de lucha por proteger el océano, de aventura y respeto por la naturaleza.
Pero no fue solo una cuestión de sentarse a ver películas. El componente educativo tuvo un papel protagonista. El sábado por la mañana, más de 300 estudiantes de distintos puntos de la isla participaron en una sesión muy especial. Tras la proyección, escucharon con atención a Felipe Ravina, co-director y protagonista de NIKA. Les habló de su vida entre olas, cámaras y causas. De lo que significa vivir por y para el mar.
Y, ojo, que el mensaje caló. No solo en los jóvenes. También en las familias, en los aficionados al buceo, en los vecinos curiosos que se acercaron por primera vez a este tipo de cine.
El fin de semana no acabó con los aplausos en la sala. Como broche final, el tour organizó junto a varias ONGs locales dos acciones de voluntariado: limpieza del litoral y del fondo marino. Manos unidas por un océano más limpio. Un gesto que resume perfectamente la filosofía del International Ocean Film Tour: ver, reflexionar… y actuar.
Una despedida que es, en realidad, un nuevo comienzo
El cierre en Lanzarote no es solo el final de una gira; es también un recordatorio de que el cine puede cambiar miradas, conversaciones… e incluso hábitos. Que hay historias que, cuando se cuentan bien, despiertan algo. Una emoción, una inquietud, una decisión de hacer las cosas mejor.
Desde la organización ya adelantan que trabajan en la próxima edición. Mientras tanto, este 2025 se despide con la certeza de haber sembrado una semilla poderosa: la del respeto y la esperanza hacia los océanos.
Y eso, créenos, no se olvida fácilmente








