El OCR ha irrumpido con fuerza en el panorama deportivo mundial y cada vez son más los atletas que se suman a esta disciplina que combina resistencia, técnica, velocidad y una gran fortaleza mental. Hoy conocemos la historia de Azman Mesand, un referente canario en este deporte, que nos cuenta cómo descubrió las carreras de obstáculos, cómo fue abriéndose paso en este exigente mundo y qué significa para él formar parte de la comunidad OCR. Una charla cercana con un competidor apasionado, perseverante y con una historia que merece ser contada.
Entrevista a Azman Mesand, referente canario del OCR y campeón del mundo
Macaronesia Sport: ¿Quién es Azman?
Azman Mesand: Azman es un chico nacido en Canarias, criado en el Sáhara. Tengo 43 años, gracias a Dios bien llevados. Soy padre de una hija estupenda y marido de una mujer fabulosa. Me considero un apasionado del deporte; he practicado muchísimas disciplinas hasta hoy, y fue en 2014 cuando di con las OCR y encontré eso que realmente me enamoró.
Macaronesia Sport: ¿Cuál fue esa primera OCR y qué fue lo que viste en ese tipo de carreras que te sedujo?
Azman Mesand: La primera OCR que hice fue en 2014, en Las Palmas de Gran Canaria, en el Barranco de la Ballena. La organizó la Bestial Race. Antes de eso había practicado muchísimo deporte: fútbol, baloncesto… y últimamente boxeo. Pero cuando descubrí las OCR fue como encontrar justo lo que necesitaba. Era un formato que me exigía dar el mil por mil de mí mismo para superarlo. Esa carrera de 2014 me enamoró y dije: “Esto es lo mío”.
Macaronesia Sport: ¿Cómo fue esa preparación que hiciste para adecuarte a un nuevo deporte?
Azman Mesand: Yo siempre había hecho deporte, como te dije, y estaba en forma. La verdad que siempre he estado en forma. Soy un chico súper, súper competitivo. En cualquier disciplina quiero ser el mejor, aunque no lo sea. Mi cabeza dice que tengo que ser el mejor, así que siempre rindo al máximo.
Fui a esa primera carrera y quedé súper bien posicionado. Era una de seis kilómetros, no era élite, pero después de esa hice tres más en popular y dije: “Voy a élite, porque quiero ir a por los mejores”. Estaba preparado, aunque también me di cuenta de que tenía que prepararme más.
Corría trail, hacía atletismo… pero al empezar a tocar suspensión entendí que tenía que tonificar más el tren superior. Ahí me ayudó el boxeo, que ya me tenía fuerte. Al final fue un cúmulo: juntar todo, engranarlo bien y seguir preparándome hasta hoy, donde ya he dado pasos mayores.
Macaronesia Sport: ¿Cómo fue siguiendo ese camino por las OCR después de esas tres o cuatro primeras carreras que hiciste? ¿Cómo continuó para ser lo que eres ahora?
Azman Mesand: Pues en principio, como aquí en Canarias no había muchas carreras, empezamos haciendo las que teníamos por aquí. La Bestial Race, la Cochinero en su día, la Militar Race… había dos o tres, no había mucha más oferta.
¿Qué pasó? Que en 2019 decidí dar el salto a la península, que es donde estaba la Liga de OCR de España (OCRA España). Ahí fue cuando dije: “Quiero participar en la Liga”, que se hacía por toda España, viajando por todos lados, compitiendo en diferentes eventos. Casi todos los fines de semana estaba en un punto diferente del país. Económicamente fue un suplicio, pero era la única manera de entrenar, estar en forma y poder demostrar lo que llevaba dentro.
Y claro, ahí fue cuando me terminé de enamorar, porque además de competir, hice nuevas amistades, conocí ciudades nuevas… Fue una manera de engancharme aún más a este mundo. Y de ahí, el siguiente paso fue al Europeo y al Mundial. Gracias a esa liga empiezas a conocer carreras que te permiten clasificar para esos grandes eventos.
Aquí ni sabía que existía un mundial o un europeo de OCR, pero poco a poco, poco a poco… hasta que tocamos el cielo con las manos, como digo yo: llegamos a ser campeones de Europa y del mundo en 2023.
Macaronesia Sport: ¿Cómo fue ese Europeo?
Azman Mesand: Pues los momentos previos fueron alucinantes, porque cuando ya sabes que estás clasificado para un Europeo, encima sabes que estás a un nivel espectacular. Estaba bastante bien entrenado, había trabajado con diferentes nutricionistas, mis entrenadores habían sacado la mejor versión de mí… Yo me veía fuerte en cualquier carrera que hacía. Me notaba con una confianza increíble, estaba súper motivado y con muchas ganas.
Además, estás acostumbrado a competir con los mismos de aquí, de España, que no es que nos conozcamos todos, pero ya más o menos sabes qué nivel tiene cada uno. Entonces era un reto nuevo: competir con gente que no conocía, ver cómo estaba realmente a nivel europeo. En mi primer Europeo, salimos a 200 por hora desde el minuto uno.
Corrí la carrera corta y luego la larga. En la corta fui volando, la verdad. Me sorprendí a mí mismo. ¿Qué pasa? Que como salimos por tandas, tú no sabes en qué posición estás hasta que terminan todos los corredores. Puedes llegar primero, pero si alguien de una tanda posterior hace mejor tiempo, te baja. Así que terminé mi tanda, me veía arriba, pero todos seguían saliendo. Hasta que no acabaron todos, no lo supe con certeza. Y al final… ¡campeón de Europa!
Fue un sueño hecho realidad.
Macaronesia Sport: ¿Cómo fue ese Mundial para ti? ¿Cómo lo viviste?
Azman Mesand: Pues te digo, ya veníamos con la experiencia del Europeo, que no fuimos de novatos, ya íbamos con otra mentalidad. La experiencia fue brutal. Otra vez compartiendo vivencias con toda la gran selección que fuimos. Había gente de toda España, convivimos todos juntos en una especie de camping grandísimo, con casetas de madera, súper guay. Todos ahí juntos, la bandera de España por fuera de las casetas, veías banderas de Filipinas, de no sé dónde, de todos lados… una locura. Veías gente de todo el mundo.
Y era otra vez esa sensación de “a ver a qué nivel estamos”. Desde el minuto uno que pisamos Bélgica ya estábamos viviendo un sueño. Cualquier cosa que hacíamos, lo hacíamos con todas las ganas del mundo.
Macaronesia Sport: Ni dosificar ni nada, ¿no?
Azman Mesand: ¡Qué va! Desde el minuto uno, desde que dieron el pistoletazo, a morir. Ahí no se reserva nada. Reservas en otra carrera por otra cosa, pero cuando vas a un Europeo, un Mundial o un Nacional, no se reserva nada. A vaciarse, a morir en el intento, como se dice. [se ríe]
Macaronesia Sport: ¿Cómo celebraste esa victoria?
Azman Mesand: Buah, eufórico, claro. Yo estaba ahí atento… y no solo yo, todos los que estaban a mi alrededor. Mi hija con los WhatsApp, mi mujer por el otro lado también… Es un sueño hecho realidad. Hemos entrenado, nos hemos matado. Mi familia sabe lo que he sacrificado para poder conseguir estos objetivos. Al final, todos se alegran más que yo, son conscientes de eso, del sacrificio que llevamos encima.
Macaronesia Sport: ¿Hubo algún problema o salió todo rodado en carrera?
Azman Mesand: ¡No! En el Mundial, en la corta me salió todo perfecto. Cierto es que en la larga tuve un poco de lo típico… sobrecargas musculares que me dieron a falta de 2 o 3 kilometritos para llegar a la meta. Me fastidió el gemelo. Iba primero de mi tanda, pero tuve que aflojar por el tema del gemelo.
Había muchas pruebas de estas tipo Koala, que tienes que hacer mucha fuerza con los pies, y se me iba subiendo el gemelo. Y eso que me hidraté súper bien, pero bueno, cosas que pasan. También por las emociones y demás el cuerpo reacciona de otra manera. Pero bueno, al final en la larga quedé tercero… ¡tercero del mundo, que tampoco está mal!
Macaronesia Sport: Y bueno, ¿ahora sigues compitiendo?
Azman Mesand: Por desgracia, el mismo año que me quedé campeón de Europa y del mundo, estaba haciendo también la Bestial Series. La Bestial Race tiene unas series que se hacen por todas las islas y yo las estaba disputando. Las cogía como entrenamiento y además iba muy bien, iba primero posicionado. A falta de la última, que se hace siempre aquí en Arucas, en Las Palmas, miré la clasificación y vi que con quedar entre el puesto 20 y 25 ya me servía para ganar. Así que fui súper relajado a esa última carrera del año, en diciembre.
Pues nada, a dos kilómetros de la salida, había un slackline que siempre lo ponían sobre arena o césped, pero esta vez lo pusieron en un terreno duro, sin anclar bien, sin amortiguar… Subí, se fue para un lado, rebotó, me caí… y me rompí el codo. Una caída absurda, la más absurda que he tenido.
Desde diciembre de 2023 no he podido competir. He tenido tres operaciones en el codo y al final llevo una prótesis. Pero bueno, ahora es otra competición la que tengo, una lucha diaria para recuperarme lo mejor posible y volver. En diciembre hago ya dos años y llevo año y medio luchando con esto, con muchos altibajos. Hay semanas buenas y otras donde no ves avance, incluso retrocedes. A veces haces rehabilitación y por X motivo vas para atrás.
Pero sigo pico y pala, positivo, porque sé que voy a salir de esta. Lo tengo clarísimo. Voy a seguir peleando hasta recuperarme. No me voy a morir sin hacer otra OCR. ¡Tengo que volver!
Macaronesia Sport: ¿Cómo estás llevando este proceso, este paréntesis en tu carrera?
Azman Mesand: Pues al principio fue un jarro de agua fría, porque estaba en un momento muy bueno, físicamente genial, y ya tenía objetivos marcados para el año siguiente: Mundial, Nacional, Europeo… muchas ganas, mucha motivación para igualar o incluso superar lo que ya había logrado.
Cuando me pasó esto, al principio pensé que sería algo rápido, que en nada estaría de vuelta. Pero cuando empiezas con operaciones, con traumatólogos, con fisios… ves que no es así, que es un proceso lento, largo.
Mentalmente, yo soy muy positivo y luchador. Siempre digo que se puede salir de todo menos de la muerte, y que hay que pelear. Pero la verdad es que a veces cuesta. He tenido momentos duros. No depresivos, gracias a Dios, porque tengo una familia maravillosa que siempre me apoya. Pero sí momentos de decir “no puedo más”.
Esto me cambió la vida por completo. Estoy de baja, no puedo trabajar, no puedo hacer las cosas que hacía antes. Estaba haciendo un curso, y no he podido ni terminar las prácticas porque no puedo estar dado de alta y de baja a la vez.
Ha sido un proceso que me ha puesto todo patas arriba. Pero yo me agarro al hilo que sea y tiro, siempre buscando soluciones. No es fácil, pero lo voy a conseguir. Lo pienso cada día. Cueste lo que cueste, voy a volver. Aunque sea en discapacitados, pero vuelvo. Vuelvo sí o sí.
Macaronesia Sport: ¿En cuánto tiempo te dijeron los médicos que estarías recuperado?
Azman Mesand: En principio me dijeron que serían unos ocho o nueve meses. La primera operación fue para intentar salvar la cabeza del radio, que se me había partido en tres trozos. Como era deportista de élite, los cirujanos intentaron unir todos los fragmentos con una placa, pero a los seis meses vieron que uno de ellos no había pegado.
Entonces tuvieron que cortarme el hueso y ponerme una prótesis. Veintipico días después, se detectó un fragmento o algo suelto dentro que había generado una infección. Tuvieron que abrir de nuevo, limpiar todo… y claro, esos nueve meses se convirtieron en otros seis más.
Ya llevo un año y medio en esto, y según el último informe del traumatólogo y el fisio, todavía me quedan entre cuatro y seis meses más para intentar recuperar. Nadie me asegura nada, porque no son dioses ni pueden ver el futuro, pero intentan salvar todo lo posible.
Me falta movilidad, por ejemplo, casi no puedo supinar, y al girar la mano pierdo mucha fuerza. Estoy centrado en recuperar esos rangos de movimiento. Hago rehabilitación todos los días: EPI, electrólisis, tratamientos varios… todo lo que se pueda.
No me paro, porque si te paras, no avanzas. Yo salí de la primera operación y a los dos días ya estaba haciendo movilidad con el brazo inflamado y las grapas puestas.
Los cirujanos me lo dijeron claro: si no mueves, no recuperas. Así que desde entonces no he parado: gimnasio, bandas elásticas al principio… Me ha costado mucho, porque imagina: antes movía 100 kilos y ahora ni una barra de 20. Eso psicológicamente también te afecta, pero hay que resetear e iniciar desde cero. Y aquí seguimos.
Macaronesia Sport: Cambiando un poco de tema y mirando al futuro, ¿en qué pruebas te gustaría volver?
Azman Mesand: Lo veo difícil por ciertos motivos que no voy a decir, pero mi ilusión siempre ha sido volver a la que me tumbó. Ahora mismo lo veo complicado, no puedo decirte por qué, pero esa era mi ilusión: volver y salir victorioso de la carrera que destrozó mi carrera, por ahora.
Macaronesia Sport: ¿Por qué la gente debería también enamorarse como tú te enamoraste de las OCR?
Azman Mesand: Hacer deporte en sí ya es lo que debería hacer todo el mundo, porque el deporte es vida y es salud. Y el OCR para mí fue la disciplina más completa. Yo venía de otras disciplinas, he probado muchas cosas, pero el OCR es inigualable. Siempre tienes que estar entrenando para superarte, siempre salen agarres nuevos, recorridos nuevos, obstáculos nuevos, entonces siempre estás buscando mejorar.
A mí antes los gimnasios… bueno, me ponía el combo, teníamos una estructura grandísima de hasta 16 metros y yo la hacía hasta tres veces: me iba por un carril, volvía por otro, buscando la fatiga máxima, siempre intentando superarme.
Luego está la parte popular, que es diversión pura y dura. Viene un grupo de amigos, nos ayudamos, lo hacen disfrazados… es un momento único, eso no lo ves en otras carreras.
Yo como tío súper competitivo, la superación es lo que me mueve. Algo que la gente cree que no es capaz de hacer, con esfuerzo y sacrificio lo consigue.
Macaronesia Sport: ¿Hay alguna carrera que todavía no hayas hecho y que sería un sueño hacer?
Azman Mesand: Hay varias, porque cuando yo estaba enfocado en el Mundial y en el Europeo, no quería salirme de lo que era la preparación para esos dos eventos. Intentaba olvidarme de todo, solo hacía las carreras que tenía cerca, entrenaba siete días a la semana, dos o tres veces al día, y aparte seguía una dieta estricta… no me comía ni un chicle con azúcar.
Entonces me enfoqué tanto en eso que dejé muchas carreras que me hubiese encantado hacer. ¿Qué ocurre? Que luego mi intención era hacerlas al año siguiente, pero me vi fastidiado porque no podía.
Pero tengo bastantes pendientes. No sé si conoces la Olympus, por ejemplo, en Andorra. También Denontzat, que es en Irún, me encantaría. La Kong Race en Barcelona también.
Y ya fuera de España, la Strong Viking siempre me ha llamado muchísimo la atención. Pero bueno, todavía estoy a tiempo.