Antonio González comenzó a hacer deporte con su perro Rocky hace ya nueve años. Con el tiempo, fue aprendiendo y perfeccionando tanto los materiales como la preparación, y a día de hoy no se pierde una competición donde pueda salir con Hulk, el can que ahora le acompaña. Destaca de estas disciplinas el bikejoring, por las velocidades de vértigo que se alcanzan y fue la primera persona en practicar trineo en el Teide. Permanece siempre en las primeras posiciones de las clasificaciones de canicross y el ya mencionado bikejoring, algo que agradece a Hulk y a Rocky, el perro que le metió en esto.
1. El mushing y el bikejoring son disciplinas nuevas en Canarias, no tanto el canicross. ¿En qué consisten y en qué se diferencian entre ellas?
Cuando hablamos de mushing hablamos de todas aquellas disciplinas como trineo de media, larga y sprint. También hablamos de carros de 3 y 4 ruedas. Scooter, bikejoring, canicross skijoring… En definitiva a todas las disciplinas.
El bikejoring es una de las disciplinas para mí más peligrosas, por las velocidades que se cogen con el can. Básicamente se trata de ser tirado por un perro mediante una línea amortiguada unida a una bicicleta.
Sin embargo, el canicross se trata de estar atado a un can mediante un cinturón, la línea amortiguada y el arnés de tiro del perro. Básicamente, consiste en correr detrás del perro e intentar seguirle a la velocidad tan alta a la que el perro te somete.
2. Tú has competido en las tres disciplinas con tu perro Hulk, ¿cuál prefieres?
Competir con Hulk lo he hecho en dos disciplinas, bikejoring y canicross, y en modo experiencia personal, en el Teide he practicado trineo, en el cual soy la primera persona que realizó esta disciplina aquí.
El canicross tiene la belleza de intentar dosificarte para seguirle el ritmo a Hulk, puesto que los ritmos que marca son muy altos para cualquier atleta. Pero el bikejoring es de otro planeta, la adrenalina que recorre tu cuerpo en el momento que Hulk despega jamás la podré encontrar en el canicross. Ritmos infernales de más de 35km/hora y con picos de más de 50km/h por pistas o senderos eso no te lo da cualquier perro. Yo tengo la suerte y bendita suerte de tenerlo. Sin duda me quedo con el bikejoring.
3. Has viajado por toda España y fuera de ella para competir, pero también sueles estar en la línea de salida de todas las carreras con perros por Tenerife. ¿Cuál ha sido, hasta ahora, la competición que más has disfrutado?
He tenido la suerte de viajar gracias a ellos, viajé con Rocky a los Alpes Franceses, he viajado con Hulk por la Península Ibérica a campeonatos de España, y en Canarias he estado en todas las carreras que se han disputado, por suerte.
Si tuviese que quedarme con alguna me quedaría con la TDM en los Alpes. Aunque no iba con un perro potente debido a su tamaño, dejó el listón muy alto y si algo tengo que agradecer es que Rocky se pusiera en mi camino para empezar hace 9 años en este mundo. Jamás, por muy rápido o bueno que sea otro perro no creo que pueda darme, sin despreciar a Hulk, lo que me ha dado Rocky. Gracias a él estoy en esta disciplina y conozco a tanta gente de este mundo en España, Europa y América.
4. Los ritmos de carrera en estas competiciones son rapidísimos. ¿Cómo te preparas tú y cómo preparas a Hulk para hacer frente a este tipo de carreras?
Básicamente al ser ritmos de carreras altos, en carreras de sprint. No más de 8km, generalmente en terreno con mínimo desnivel. Yo lo trabajo de forma que hago una hipotética carrera cuando me engancho a Hulk. Yo sólo me lo engancho una vez en semana en época de competición, y nunca en época de pretemporada o descanso activo. Mi filosofía de entrenamiento es que el perro debe de hacer lo que le apetece, porque ya de por sí tiene mucha más velocidad y resistencia que un humano. Yo quiero un perro para más de 10 años y no quiero hacer que el perro tire de peso ya bien sea el mío o la bicicleta. Por lo tanto, él hace los entrenamientos que yo hago, pero en cuanto a tiempo, él sale conmigo por el monte suelto y hace lo que le apetece. Y yo a lo mío, series, cuestas o cambios de ritmos.
Aparte de ese tipo de entrenamientos, también tenemos la parte de fuerza y propiocepción, que hacemos por separado. Yo en un gimnasio y él en casa conmigo o en fisio veterinario todas las semanas.
Nuestros entrenamientos jamás son más de 8km o de una hora de duración, nos dedicamos a trabajar velocidad y no necesitamos más que ese tiempo.
5. ¿Tiene Hulk una alimentación especial para poder alcanzar el nivel al que ha llegado? ¿Y tú?
Hulk tiene una alimentación completa, en mi caso no uso pienso porque para él es insuficiente. Básicamente come carne cruda (ternera, pollo, buey, hígado conejo, atún), luego verdura (calabaza, zanahoria, bubango…) con hidratos (quinoa, pasta integral) y hierro en las lentejas… aparte de recuperadores naturales después de cada carrera o entrenamiento con enganche.
Yo hago dieta normal rica en hidratos en época de competición.
6. ¿Cómo es competir con tu perro?
La mayor locura y satisfacción que puedes hacer en tu vida es hacer cualquier deporte con tu perro. El vínculo que consigues con ellos jamás lo conseguirás con una persona. Y competir es multiplicado por 100, tus inquietudes, nervios, estrés… Todo se lo trasmites al perro.
Para el que no lo ha probado es una experiencia inolvidable.
7. ¿Tira más él de ti o tú de él?
Jamás se me ocurriría tirar de él. En mi caso, Hulk viene de una línea de perros de tiro y es una auténtica máquina, que te destroza las piernas cada segundo. No obstante, está terminantemente prohibido tirar del perro en competición. El deporte es un deporte de tiro, y por lo tanto, el perro debe estar siempre delante nuestro.
8. ¿Cómo empezaste en estas disciplinas donde se corre con perros?
Mi historia es un especial para mí, me ofrecen un perro, un bodeguero de pelo largo único en su camada puesto que todos eran de pelo liso. Siempre había querido un perro que me acompañara en el monte cuando iba a correr solo. La cosa empezó así, poco a poco fue creciendo y andaba con la matraquilla en la cabeza de por qué no me lo ataba y que tirase de mí. Empecé con una cuerda a la cintura y esa misma cuerda me unía al perro por su arnés. Reconozco que al principio iba junto a mí, pero poco a poco fui interesándome por si había algo que se practicara con este estilo. Miré por Internet, y cuál fue mi sorpresa que había un deporte que estaba emergente, «canicross». En Europa existía hacía bastante, pero en España empezaba y había material, pero complicado de conseguir. Así que me empecé a hacer la línea amortiguada yo y un cinturón para mí. Con el tiempo adquirí el cinturón, línea de tiro y arnés y empecé a disfrutar bastante más de él, porque ninguno de los dos sufríamos. Sufrir puesto que una cuerda atada a la cintura hacía daño cuando tenías un perro que tiraba.
Seguidamente fui leyendo, asistiendo a cursos, charlas e interesándome por el mushing en general para no cometer los errores que cometí en su momento. Hasta los días, tengo dos perros muy buenos, he disfrutado de competiciones y entrenamientos, pero sobre todo de vivencias con ellos, porque hay muchísimas anécdotas de todo tipo.
9. ¿Qué destacarías de estos deportes, que son pura adrenalina?
El binomio que llegas a hacer tan fuerte con tus perros diría que es lo más importante. Cada día que sales es algo diferente, a veces nos olvidamos que los perros también tienen estados de ánimo y gracias a eso cada día, en entrenamientos o competición es diferente. Pero en las modalidades que yo practico, que son las de sprint, la nota predominante es la locura, adrenalina y siempre querer ir más rápido.
10. ¿Qué es lo que más temes en competición?
En mi caso con Hulk ahora le tengo respeto sobre todo con la bici, a caer y que no me reconozca nadie cuando me levante. Pero en verdad, de eso te das cuenta luego, cuando ves a la velocidad que vas con el reloj o en los vídeos. En el momento solo quieres ir más rápido.
Creo que tengo un perro centrado en carrera que obedece las órdenes, equilibrado, constante y muy rápido. Pero también es un perro hiperactivo, que siempre quiere más, y eso hay que saber llevarlo, pensar con cabeza y saber cuándo debemos parar.
11. ¿Y lo que más te gusta?
La velocidad, el tiempo que pasas juntos a ellos, la gente que conoces y sus vivencias, así como los lugares que conoces en los viajes y cuando corres.